Son las once de un domingo cualquiera.
Se respira calma en la gran ciudad, aunque alguno no quiera…
Debe de haber pasado la tormenta, que zozobraba mi espíritu.
Conocerte me tranquiliza y me inspira insitu.
Me llena de esperanza, porque no esté todo perdido.
Contravienes mis supuestos y reflotas este barco hundido.
Antes de conocerte, había sentenciado con un compendio de irrefutables.
Ahora que te voy descubriendo los haces parecer a todos inestables.
Y es que has demostrado, que encontrar una chica bonita e inteligente, no son solo sueños de este pobre demente.
Pareces inocente, con esa sonrisa que nunca rompió un plato,
Pero sé que eres culpable, pese a que te conozca desde hace un rato…
Culpable de que recupere la fe y la esperanza;
Culpable de haber inclinado a tu favor la balanza;
Culpable de que me atreviera a atrabajar con unos pocos aperos de labranza;
Y es que por tu culpa he recuperado la perdida confianza.
Tu primera frase, sin saber ni quien eras, vino escondida tras esa sonrisa.
Hablabas de la toga que me cubría, pese a que nos cruzamos con bastante prisa.
El único que he visto que le quede bien…, oí que decías,
…Recuerda que prometiste que la devolverías.
Reconozco que me resultó curioso, que sin conocerte fueras así de agradable…
Todo se confirmó, cuando un rato después, escucho tu nombre delante de la frase: que chica tan amable, afable o sable, no sé, algo terminado en …able,
Pero, si de algo estoy convencido es de que no era: detestable.
Después de esa situación, la curiosidad, esa que siempre mata al gato,
Me hizo quedar reflexionando, obviamente durante un rato:
Seré tan melón, de haber pasado la carrera, a escasos pasos de un tesoro de la nación
Y no haberla descubierto hasta el día de la graduación…
Por suerte, cuando desperté de mi letargo, aun salías en la conversación
Pero sospeche que la patrocinabas, porque todo eran halagos y devoción.
Quise comprobar, de primera mano, si lo que escuchaba no era en vano.
Asique te busque por las redes y me ocupé de verificar de verdad como eres.
Se confirmaron todas las sospechas y la conversación no mentía,
Eres agradable, sincera, risueña y con energía…
Desde entonces quise quedarme cerca, porque algo seguro se pegaría.
Poco a poco hemos ido hablando, y nos hemos ido acercando,
Pero cuando aun no teníamos demasiado trato, me sorprendiste en la tele “toreando”.
Debo admitir que me costó reconocerte, pero el cámara se enamoro de ti, así que tuve suerte.
Como ya te dijera en su día, me sorprendió tu manera de desenvolverte,
Sincera y directa, pese a las preguntas que intentaban sorprenderte.
Desde entonces compartimos gustos y aficiones,
Hablamos de esperanzas y emociones.
Como sabes, me alegro mucho de tu escalada triunfante,
Una persona como tu merece como poco conquistar a un infante…
Solo me queda, darte las gracias, por dejarme compartir un cachito de tu vida.
Espero que el camino no nos separe, y poder conocerte un poquito más cada día…
Gracias por ser como eres y además ser mi amiga….
Pd.- Lo prometido deja de ser deuda, espero que te guste, sino, no creo que me ofenda,
Escribiendo como escribes, seria lo más normal, que esta parrafada te resultase horrenda…
